viernes, 15 de enero de 2016

La limpieza también es educación

Lo rico de vivir en una ciudad como Chiclayo es que además de la comida, somos una ciudad que tiene un clima tropical ideal para pasar un verano de lo lindo. A diferencia de otras regiones nuestras playas están a media hora de viaje como máximo. Ahí contaremos con una gama de alternativas culinarias –a diversos precios-, que nos hará estar en el paraíso. El detalle aparece cuando la mayoría de veraneantes retorna a casa y  la playa se convierte en un espacio natural plagado de basura.

Habría que pensar un poco más en qué hacer con esos veraneantes poco considerados con los lugares que tenemos para pasar un buen fin de semana en familia. Nos jactamos de tener playas cerca, comida deliciosa, ¿por qué también no nos jactamos de tener gente cochina? Lamentablemente, el problema de la suciedad de las playas no radica solo en el hecho de que muchas familias o grupos de amigos dejen desperdicios en la arena, sino en que aprovechando el calentamiento del mar, los pescadores consiguen pescado fresco para el mejor paladar y al momento de limpiarlo son las vísceras las que quedan expuestas y dan un mal aspecto y olor al lugar.

Como ciudadanos necesitamos valorar lo que tenemos, cuidar el lugar que visitamos, saber corregir al bañista que está contaminando y cargar siempre varias bolsas para guardar la basura y dejarla en los lugares pertinentes. Estamos en una era donde la tecnología nos da la oportunidad de convertimos en periodistas ciudadanos y con una foto o un video, los diversos medios de comunicación difundirán las denuncias si queremos dejar un antecedente del verdadero cariño que tenemos por nuestra tierra hasta que se tomen las medidas respectivas. Intentemos hacerlo, los jóvenes pueden ser los aliados perfectos para promover alertas virtuales de qué zonas están más contaminadas o hacer llamados de atención a quienes vean enterrando botellas de basura o descartables con desperdicios en la arena.


No esperemos que el Estado actúe porque hasta que eso ocurra, tendremos más niños intoxicados en el mar, o playas infestadas de moscas. Tampoco nos lavemos las manos con la excusa de que no vivimos ahí. Seamos parte de la solución. Si las autoridades o agentes vecinales no hacen nada para mejorar o promover el cuidado correcto de las playas, nosotros los bañistas sí podemos hacer mucho. 

Recuerda que la playa es uno de nuestros más grandes atractivos turísticos. Si vas a disfrutar tu verano recuerda cargar todo lo necesario, bloqueador, gorro, lentes, toalla, pareo y muchas bolsas tanto para ti como para quienes sean una amenaza para el medio ambiente durante esta temporada.  

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