miércoles, 23 de septiembre de 2015

La U ya no es la U


No es sorpresa que muchos “catedráticos” esperan un “sencillo” por lo bajo para aprobar a los estudiantes que sí se queman las pestañas en la etapa universitaria. Tampoco, es sorpresa que en alguno de los exámenes de ascenso,  maestros pagaron por tener la evaluación  y conseguir ese bono del buen desempeño docente dejando que sus estudiantes reflejen el pésimo resultado de su trabajo.  Debemos entender que el mayor aprendizaje es la: deshonestidad y son pocos los profesionales que enseñan por vocación. Los jóvenes son parte de la corrupción por miedo a desaprobar el curso y evitarse problemas. Si ese nivel de negociación oscura existe en las aulas, y por lo tanto en autoridades mayores,  ¿se podría decir que en este mundo no sobrevive (y surge) el más fuerte, sino el más corrupto?

El escándalo de corrupción en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo es solo una pequeña demostración de lo que se cocina en algunas  universidades y que nadie pretende (o se niega) investigar. Hace unos días regresó “por la puerta grande” (y sin roche alguno), Agustín Ramos García, rector de esa institución. ¿Es posible tener la poca vergüenza de seguir en un cargo académico o administrativo con denuncias tan graves como asociación ilícita para delinquir y peculado? Tal vez el tiempo haga la verdadera justicia.

Lo más triste de este momento es el divisionismo con grupos de trabajadores y estudiantes que apoyan al rector o que están en contra. Este tema no es para un debate político o partidario, lo que debe primar es la imagen de la universidad, esa institución que llegas a querer por las amistades y por el aprendizaje que adquieres para tu futuro. Qué importa si solo son cinco los profesionales honestos que queden,  se tiene que limpiar la casa, ese lugar de estudios, cuna de la intelectualidad de muchos y que está pidiendo a gritos dejar de ser esa caverna infestada de ladrones y traficantes de títulos. Si Pedro Ruiz Gallo viviera, seguro y se moriría por tanta vergüenza que embarra su nombre. Algo se tiene que hacer, y es tiempo de pensar qué.


Los estudiantes de universidades nacionales se han caracterizado por tener ese “feeling” por la justicia y organizarse para apoyar en momentos donde se necesita una verdadera toma de conciencia. Ahora que su institución es la protagonista con un bochornoso escándalo ¿qué estarían dispuestos a hacer por revertir esa realidad? Esta es una invitación para que los estudiantes se den cuenta que al pagar por una nota o pelear por quien es más inocente, están cerrándole las puertas a esa transparencia que debería caracterizarlos y es necesario que sepan que al callar,  ya son parte de una corrupción. También es la oportunidad para que los profesionales que enseñan en sus facultades sepan que la única guía que tendrán esos jóvenes son ellos, y que lo que reflejen en sus actitudes puede opacar todo lo que tengan por conocimiento. Pues, profesores de universidad pueden ser muchos, pero catedráticos con capacidad de investigación, conocimientos pedagógicos y valores positivos que irradien al estudiante, son muy pocos. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

La educación viene de casa


La educación viene de casa. Esa es la frase que todos hemos usado en algún momento al referirnos sobre la actitud de alguna persona, y es cierto. Si la educación viniera de casa talvez no elegiríamos equivocadamente a nuestras autoridades, no encontraríamos las calles con basura, se tendría consideración por los demás y no se haría bulla en el vecindario hasta altas horas. Respetaríamos a la familia, pareja, amigos, colegas. Si la educación viene de casa, entonces todos nos preocuparíamos más por el tema de educación y esa sería nuestra bandera, nuestra potencia.

Cuando pensamos en educación lo relacionamos con la escuela, universidad, pero no es necesariamente eso. Educación es lo que proyectamos con nuestras acciones, que bien puede ser la forma de comunicar o cuidar la ciudad. Si pensamos más a fondo, educación también tiene que ver con lo que la persona busca para seguir creciendo como el contenido televisivo, la historia, participación en el arte, etc. y todo lo que hace para contagiarla y promoverla a los demás. Si todos esos aspectos aportaran con responsabilidad a nuestra formación, otra sería la historia.

Lo que a diario vemos en la tele (tanto “realities” como informativos), nos demuestra que vivimos en un país mal educado o que – tal vez-, por falta de buena educación hace las cosas al revés ¿En realidad nos falta mano dura? ¿Un director que arregle la escuelita llamada “Perú” para hacer la tarea correctamente? ¿Necesitamos que nos den “maja” para hacer las cosas bien? ¿Así queremos funcionar?

Como ciudadanos tenemos que auto educarnos y educar a las autoridades. Tal vez ellas necesitan un recordatorio de la gran responsabilidad que tienen y de lo que se espera de ellos. Tal vez será necesario recordarles que no estaría mal rendir cuentas. Reunirse con representantes de urbanizaciones y no solo pueblos jóvenes. Recordarles que tienen a aliados que pueden guiarlos en temas que tal vez ignoren, como educación. Que hay más universidades y grupos de estudiantes organizados en la región. Que el cargo es pasajero y que si no se pide ayuda nunca se solucionarán problemas de ningún tipo.


Nada sería más efectivo que evidenciar el interés de las autoridades hacia iniciativas de índole social, turística, artística o educativa. No existirían camisetas partidarias sino el mismo escudo de Chiclayo o de la región Lambayeque. Sabemos que las autoridades están rodeadas de personas preparadas, pero tal vez con la humildad de recibir opiniones con la mirada de otros profesionales el resultado podría ser más próximo, efectivo, duradero y trascendental. La educación viene de casa pero como ciudadanos estamos a tiempo de educar a cada autoridad a ejercer su verdadero trabajo. El público que lo eligió con gusto se lo agradecerá.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Cuántos niños más deben morir?


Bastó la imagen del cadáver de Aylan Kurdi para que el mundo entero reaccione sobre la devastadora situación que atraviesa Siria desde que se inició la guerra civil. La decisión de difundir la foto del niño creo que fue la correcta. No podemos tapar el sol con un dedo y ser ajenos a lo que acontece. Sin embargo, fue la crudeza la que movilizó a otros países para abrir las puertas a refugiados del conflicto que ahora tendrán un lugar donde se respire la paz. ¿Cuántos Aylan Kurdi más hay en Perú muriendo al intentar salir de la guerra de la pobreza e indiferencia de las autoridades de Gobierno? ¿Cuándo Aylan Kurdi de la sierra o la selva necesitan ser fotografiados para movilizar a nuestras autoridades? ¿Cuántos niños más deben morir para cambiar las cosas?

Con esa interrogante me animé a observar un reportaje de hace dos años sobre los estudiantes que para llegar a su escuelita muy cerca a la isla de los uros en Puno tienen que usar sus manos como remos soportando la baja temperatura del lago Titicaca en una batea. Ellos no pueden aprender más que las nociones básicas pues el desnivel académico es extremo sumado a la pobreza. Los 3 maestros hacen lo posible por hacer efectivo el aprendizaje de los niños empleando un material desactualizado, y la mayoría de los libros se han perdido porque la escuelita se está hundiendo y el agua ha ingresado a algunos salones. Más que injusto.

Lambayeque tiene una combinación de climas. Tiene localidades que se encuentran en la extrema pobreza y pocos son los maestros valientes que se animan a permanecer ahí los cinco días hábiles para dictar clases. Entre la pobreza, la inclemencia de la naturaleza y el atraso académico la brecha de aprendizaje entre los estudiantes es amplia y por lo tanto, la proyección que tengan de salir adelante solo girará en torno a lo que observen a su alrededor: cuidado de tierras, pequeños negocios, o en el caso de las niñas: casarse y tener hijos.


Como Asociación Civil Educativa Ruta Libro, tenemos el ánimo e interés de llegar a cada institución, entender la realidad del docente, apoyarlo y fortalecer el entusiasmo de los niños, enseñarles que tienen derecho a soñar y el deber de hacerlos realidad. Queremos mostrarles que hay un mundo más allá de sus hermosas localidades y que si ellos toman conciencia de todo el potencial que tienen, podrían ser unos agentes de cambio en su comunidad y la región. Pero los proyectos no llegan solos, deben tener un respaldo económico y logístico. Es tan necesario ese soporte que en temas tan complicados como educación se debe contar con una “caja chica” que pueda costear el trabajo de los profesionales que hacemos esta labor y también los materiales que los estudiantes ganarán al tener el mágico encuentro con los libros y el conocimiento. En sus manos está ser un agente de cambio y en nuestra “cancha” el demostrarles que cada estudiante puede ser ese líder y ciudadano de bien para Lambayeque, así las próximas fotografías sean de éxito, triunfo y esperanza y no la de niños muriendo ante los ojos del mundo.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Pilares para liderar


Tomarse el tiempo con uno mismo y sus ideas, pasatiempos, errores y aciertos, recurrir a la meditación, hacer una limpieza interna, evaluación mensual, establecer una lista de pendientes, descubrirse y descubrir  la esencia como persona, eso es respetarse a uno mismo. El mundo y el sistema nos han convertido en máquinas del día a día, esclavos del tiempo, el ego y cuando corresponde asumir una responsabilidad muchas veces encontramos paladines que nos liberan de  asumir una culpa o carga en particular.

Los maestros de la IE. José Domingo Atoche de Pátapo experimentaron este tipo de situaciones en los talleres de liderazgo que como Asociación Civil Educativa Ruta Libro, les estamos impartiendo en este reto. Reconectar con su vocación es el primer paso para asumir nuevas responsabilidades que aporten a su vida e institución.  Y es que cuando muchas veces nos olvidamos de nuestra misión como profesionales nos nublamos y dejamos llevar por la primera impresión o impulso.

La idea de reconectar con la vocación es importante para todo profesional, en especial para aquellos que tienen el rol de autoridad, que significa tener la confianza de la mayoría por la aparente “vocación de servir al pueblo”. La ciudad atraviesa por una crisis política complicada y es importante que las autoridades tengan la seriedad de su cargo y no se aprovechen de ello. Mi consejo es que cada día piensen en sus metas personales, en cómo siguiendo el camino correcto contribuirán a la ciudad y de esa forma obtener la satisfacción que lo motive a alcanzar sus aspiraciones personales.

La meta de todos es tener una ciudad próspera y con autoridades competentes (eficientes y preparadas) dispuestas a trabajar, que no sean solo apariencia y verbo, sino palabra y acción. Nosotros como asociación y comunidad tenemos – desde nuestra tribuna-, la responsabilidad de ejecutar iniciativas que puedan sumar y aportar a la cultura y educación. Sabemos que la “chamba” no es solo de ellos, es de todos. Sin embargo, como ciudad debemos perseguir una visión que sea asimilada por cada ciudadano.


Cuando inicie este texto hablando de la importante del respeto por uno mismo, y luego ilustré nuestras actividades en Ruta Libro respecto a liderazgo y la vocación, es porque estos tres aspectos son los pilares para vivir en comunidad. Con respeto hacia uno mismo, obtendremos lo mismo del resto. Con vocación, la acción y los agradecimientos llegarán solos y esa será la prueba de un verdadero liderazgo. En política hay intereses y motivos por los que diariamente deben tomarse decisiones, es comprensible, pero tengamos en cuenta que si cada decisión se toma con  transparencia, correcta gestión pública, y una cuota de identidad, el resultado será más que sorprendente. Ejercer un liderazgo oportuno no es callar a los demás, ni manipular, o mucho menos sacar ventaja de lo que me conviene a nivel personal o como “imagen”. Por el contrario, es estudiar el entorno, aliarnos de iniciativas y acompañarlas en su caminar. Ruta Libro ha comenzado su trabajo al igual que otros inspirados en la cultura. El respaldo de las autoridades será clave para seguir sensibilizando y alcanzar esa meta que a todos nos interesa: Tener una ciudad mejor.