miércoles, 26 de agosto de 2015

Cambiamos nosotros y luego el resto


Para iniciar cambios que irradien en el resto de personas es necesario asumir una transformación personal, hacer un autoanálisis, reflexionar, pensar en qué he fallado y qué potencial tengo para poder retarme un poco más, convertir esas debilidades en fortaleza y brillar. Sí. Para cambiar otros aspectos de la sociedad primero debemos valorarnos como personas.

¿Cómo puedo confiar en esta propuesta? ¿Por qué tendría que abrirme con gente que no conozco? ¿Qué tanto puede cambiar mi vida? Estas interrogantes fueron las que tanto maestros como estudiantes tuvieron antes de iniciar el taller de liderazgo denominado “Me valoro como persona”. Desde Ruta Libro, tenemos la convicción de que un buen cambio parte desde adentro y eso fue lo que pretendimos con las sesiones donde vivenciaron la importancia de la comunicación, confianza, trabajo en red para poder alcanzar un solo objetivo.


Como Ruta Libro tenemos cuatro pilares que respaldan nuestra filosofía: Red de cambio, respeto y tolerancia, iniciativa e inspiración y posibilidad. Si ponemos en práctica cada una tanto en la vida personal como institucional veremos más cerca un mejor resultado. Y bajo esta premisa, es que aportamos y trabajamos de la mano con los docentes y estudiantes.  Buscamos que ellos se valoren como seres humanos, potencien su talento, “se la crean” y rompan paradigmas en el aula, institución educativa y comunidad. No estamos descubriendo la pólvora, solo les recordamos eso que a veces necesitamos y que por el tiempo o por el trato profesional que recibimos, hemos dejado atrás.

Una de los retos más complicados para una nueva iniciativa es la sostenibilidad. Ruta Libro debe ser una institución que se mantenga en el tiempo y deje huella en las instituciones educativas que asuman el reto de mejorar y promover la lectura en sus estudiantes y comunidad. Iniciamos una difusión que nos ha permitido que más lambayecanos y hasta vecinos de otras regiones conozcan nuestro trabajo y eso habla de la seriedad que tenemos para lograr el propósito de difundir e incentivar la lectura mediante la implementación de bibliotecas.

Ruta Libro está constituyéndose como Asociación Civil Educativa, eso nos permitirá llegar a más colegios, establecer convenios con autoridades, respaldar propuestas que –consideremos-, aporten a la sociedad, tocar la puerta de la empresa privada y sensibilizarlos para que ejerzan una adecuada responsabilidad social. Si comunidad, empresa y Gobierno trabajan de la mano, los frutos de lo invertido a nivel satisfacción, aceptación, resultados y hasta económico se triplicarán.  Solo hace falta preguntarse como empresa y autoridad, ¿qué estoy haciendo por mi región?, ¿cómo puedo aportar desde mi rubro a un cambio en la educación? Queremos ser esa alternativa. Si como empresa pública o privada hacen un cambio interno de la filosofía y definen su propósito social, entonces sí se podrá hablar del inicio de un futuro mejor.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Empezamos nuestro primer proyecto

Créditos: Miguel Arroyo Yaipén

Si nos ponemos a pensar en qué maestro marcó nuestra vida tal vez podrías mencionar uno que te haya castigado mucho o que en el mejor de los casos te haya inspirado a ser mejor. Si tu respuesta fue la segunda opción entonces empezaremos a entendernos. Queremos que los maestros inspiren, movilicen y sean líderes en aula y comunidad, que irradien energía y sean dueños de grandes iniciativas ¿cómo?, primero revalorando su tarea docente, reconectándolos con su vocación y luego llevándolos al fomento de la lectura en los estudiantes.

Ruta Libro iniciará actividades. Elegimos el colegio secundario “José Domingo Atoche” (Pátapo) como institución piloto para trabajar durante estos meses del 2015. Tuvimos muchas razones para elegirlo. El profesor Edilberto Rafael es un maestro con 16 años en la dirección de la institución, ha visto durante ese tiempo generaciones de ex alumnos que ha formado. Ha tratado de hacer gestión como implementación de algunos laboratorios,  construcción de la infraestructura moderna, reducción del maltrato en aulas. Se encargó de que el estudiante castigado sea alguien que tenga “una oportunidad de demostrar que puede hacer mejor las cosas”. Este año retado con su buen resultado en el último examen de directores, quiere inculcar en sus maestros la labor de dar un “aprendizaje para la vida”. Digno de aplaudir. 

La institución elegida, cumplirá el 20 de octubre 50 años. Sabemos que desearán no sólo celebrar a lo grande, sino aprovechar la ocasión para demostrarle a su distrito y región que pueden ejecutar proyectos en beneficio de los estudiantes y comunidad. Pese a ello, este colegio tiene una debilidad que quiere convertir en fortaleza: la ausencia de una biblioteca debidamente implementada.  Ese será nuestro reto para enseñar a inspirar.

Sabemos que el éxito será posible si la disposición de los maestros y estudiantes se mantiene durante todo el proceso de sensibilización. Si nosotros como asociación les demostramos que la lectura es divertida y que la biblioteca debe tener esa misma definición pero además, contener la esencia de quienes lo conforman. Lo lograremos si la empresa privada se preocupa por ejercer una adecuada responsabilidad social y se reta a invertir en la mejora de la educación de su jurisdicción.

Mejoraremos cuando el Gobierno Regional de Lambayeque asuma el compromiso de financiar un proyecto educativo y la Municipalidad de Chiclayo apueste por seguir concertando con los actores culturales y educativos para hacer una propuesta que impulse la lectura, tal como se lo ha planteado el Ministerio de Cultura con el Proyecto Meta 27: “Desarrollo de unen el Plan Municipal del libro y la lectura 2016”, y donde ya se nos hizo partícipes de la III Mesa de Trabajo para ejecutar este plan.


Son unos buenos primeros pasos para decir que cuando todos manejamos un mismo propósito las camisetas desaparecer junto a los prejuicios políticos o sociales. Cuando la tenemos clara, debemos tomar la oportunidad de congregar, actuar con humildad y tener disposición a escuchar, entender y sumar. Por eso iniciamos esta ruta, para demostrar que como asociación podemos aportar mucho, pero aportaríamos más cuando la empresa pública y privada se involucre y continúe el camino para mejorar la educación en la región. 

jueves, 13 de agosto de 2015

Un equipo sensibilizado para actuar


Si queremos cambios tenemos que creer en ellos. Si sabemos que queremos, entonces el resultado será más rápido. Si queremos que el cambio se mantenga, apostaremos, amaremos, y nos encargaremos de que el resultado se mantenga tal cual. Eso es lo que queremos al iniciar la ejecución del proyecto Ruta Libro.

Nuestro objetivo es promover el arte y la lectura por placer para luego mediante donaciones implementar bibliotecas. El primer paso para lograr nuestro cometido es el de sensibilizar. Trabajar con una  primera muestra de docentes y estudiantes quienes recibirán capacitaciones que los invite a conocerse, empoderarse y tomar las riendas del cambio en su salón de clases e institución. Si ellos no sienten el proyecto como suyo, entonces el resultado no será tan favorable, ni perdurará como se espera.

Tenemos un equipo de personas que creen en el cambio de la educación. En que todo resultará si concertamos con docentes, estudiantes, comunidad, autoridades y empresa privada. El respaldo del equipo nos dará la tranquilidad para hacer un buen trabajo enfocado en los intereses de los estudiantes y maestros.

De esa manera contamos con el soporte de la psicóloga Jessica Landauro, con experiencia en trabajo de jóvenes en liderazgo, empoderamiento y comunicación efectiva en profesionales de empresas e instituciones. También  está Alberto Atoche Roque, una promesa en el diseño y marketing, entiende el objetivo del proyecto, y por ello él tiene a cargo la propuesta de marketing en redes como la visual para lo que será el desarrollo del proyecto. Contamos con la colaboración de amantes del arte Renatto Caramutti, Adalberto Álamo y Carolina Ascorbe, personajes de la literatura fresca regional que hablamos en la columna anterior. Juntos queremos conformar el equipo de profesionales que construirán la ruta para mejorar las bibliotecas escolares. Hacer de Ruta Libro una institución que pueda dar un soporte al Lambayeque en este sector.

El camino es largo, hemos dado el primer paso de ser un órgano consolidado y poder darnos a conocer en los diversos entornos de acción en los que participemos. Queremos que usted sepa de nosotros porque su rol como autoridad o miembro de la sociedad civil es buscar la mejora para la región. Queremos que sienta este proyecto como suyo porque desde la actividad en la que se desempeñe tenemos un plan para que colabore y siga siendo parte de “Ruta Libro”. Lo invitamos a visitar nuestro Facebook: Ruta Libro y nuestro blog www.rutalibroperu.blogspot.com , el éxito está garantizado, gracias por su disposición para conocernos y acompañarnos en este proceso de acción. Sensibilizados todos, haremos del país y la región el mejor lugar para las generaciones futuras.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Si la cultura llegara a cada rincón


Chiclayo, la ciudad a la que muchos le pedimos presencia de mayor actividad cultural y llegada hacia quienes no tienen la oportunidad de conocer el arte o descubrirlo en su interior, me permitió conocer dos personas extraordinarias que necesitaron la motivación para plasmar y convencerse de esa vena artística que poseen. Ambos, desinformados de la existencia de eventos o agrupaciones culturales tal vez por falta de contactos o responsabilidades, se animaron a mostrar su esencia sin la bulla de muchos, pues su misión es hacer arte y demostrarle al resto que con perseverancia, podemos cultivar arte si se nos da la oportunidad, sin importar la edad o condición social.

Renatto Caramutti, es un joven que pronto cumplirá los 18 años pero que a su edad, al iniciar como un juego el hábito de la lectura, se propuso escribir y no paró hasta tener 180 páginas de una novela a la que denominó “Qué está por venir”. Un empresario que por diversas razones planea asaltar un banco y luego vive la lucha entre la ambición y su conciencia es la trama que Renatto plasmó y animado por sus familiares publicaron de manera independiente esta novela que contó con el respaldo de una docente universitaria en la edición.

“La lectura es un campo maravilloso porque te encuentras con temas o situaciones que nunca hubieras conocido”, señaló Renatto, quien no recurrió a ninguna editorial o difusión de alguna promotora cultural porque no supo de la existencia de éstas. Actualmente, él está trabajando en un nuevo escrito y ha tenido que iniciar su camino por la literatura porque tiene el talento. Sigue preparándose y contagiando a otros a disfrutar de la magia de la lectura para aprender y ejercitar la mente e imaginación.

Con Adalberto Álamo la historia es un poco distinta. Él es un profesor de literatura de 35 años quien actualmente estudia la carrera de derecho. Su pasión por la lectura de autores románticos lo llevó a comprender que la poesía es un momento y que siempre aparecerá para ser admirada por otros como una musa. Pese a considerarse un hombre solitario siempre estuvo en la búsqueda de un espacio que le permitiera mostrar su producción y nunca se animó hasta conocer por casualidad del concurso de poesía regional organizado por la Asociación Civil Cultural Sócrates. Eligió dos poemas que algún tiempo atrás dejó, los revisó, modificó las figuras y los envío con Dios al concurso solo para tener la sensación de “lo intenté”. Semanas después, grata fue la sorpresa, Adalberto había ganado el concurso con uno de esos poemas románticos, sin embargo, el triunfo fue mayor cuando supo que su segundo poema, mucho más realista, quedó también entre los diez finalistas además del premio de los mil dólares que se le entregó.


La historia de estos dos artistas es variada pero tienen un punto en común, el desconocimiento de quienes hacen cultura en Chiclayo. Renatto demostró que no se necesita de un reconocimiento para hacer carrera literaria mientras haya energía pasión y motivación. Adalberto, demostró que no son necesarios los círculos para hacer cultura. Que la cultura debe abrirse y llegar a donde no nos imaginamos, tal vez el talento conocido es solo figura o la verdadera vena está en aulas escuelas, el campo, la zona marginal, donde pocos se atreven a llegar. Si la cultura se expandiera, más historias como éstas seguirían llenándonos de orgullo. Si la cultura llegara a cada rincón, Lambayeque tendría más buenas que malas noticias.